Aitana, la historia de una luchadora

06

2021

Mar

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Mar

2021

Como dice su padre, la pequeña Aitana aprendió a sufrir antes que a comer, y sobre todo tuvo que aprender a luchar.

Cuando faltaban todavía cuatro días para que cumpliera los tres meses de vida, ingresó en el Hospital Materno Infantil para ser tratada de su enfermedad, con un pronóstico complicado que a medida que avanzaba el tiempo se volvía cada vez más incierto.

Meses en la UCI, diferentes tratamientos intentando que alguno funcionara, complicaciones derivadas de los efectos secundarios de los fuertes tratamientos, cámaras, trasplante… Pero Aitana es una campeona con muchas ganas de vivir, y no dejó de luchar ni un solo momento. Como tampoco lo hizo ni el personal sanitario que estaba a su cuidado ni sus padres, que no quisieron apartarse de ella ni cuando les insistían en que lo hicieran, ya que iba a permanecer dormida mucho tiempo.

En la Casa sus padres encontraron un refugio en el que descansar y recuperar fuerzas, el bálsamo de caras amables que les trataban con cariño y comprensión, y la empatía de las otras familias, cada una de ellas lidiando con su propia historia.

Y así, llegó un día en que sin poder creerlo del todo, Aitana empezó a mejorar… cada día un poquito más, y otro poquito, y otro poquito más. Hasta que por fin después de más de seis meses tenemos a toda la familia reunida en la Casa, y viendo los ojos de felicidad de sus padres por encima de las mascarillas y la preciosa sonrisa de Aitana, en la Casa no podemos estar más contentos, ¡bienvenida, Aitana, pequeña luchadora!